Ambos jugadores tienen 15 años y están entrenando con el plantel de Liga Argentina, “es un sueño que me había propuesto, y que se me esté dando ahora es algo con lo que voy a estar siempre muy agradecido” recalcó Juan.
Mateo Vincitorio juega de 3, comenzó cuando tenía apenas cuatro años “mi papá jugaba y yo venía a verlo a todos los partidos, entonces me trajeron para probar”; aún así intentó otros deportes, pero siempre se quedó con el básquet.
Por su parte, Juan Elias Schmidt se desempeña como pivot y empezó a entrenar en la categoría Mini, “empecé porque la escuelita en la que hacía fútbol cerró y como mi mamá jugaba al básquet en Echagüe me trajo a probar a mi”.
Ambos juveniles van a la escuela secundaria, Mateo asiste a la Escuela Normal y afirma que no es un problema para el llevar al día las prácticas y las tareas escolares, “desde la escuela también me ayudan, por ejemplo, me eximen de hacer educación física y tengo que hacer un trabajo práctico al final de cada trimestre así puedo ir a entrenar”. Juan va al Colegio Mercedarias y también a inglés particular, “por suerte tengo la capacidad de compaginar bien todo y me va bien”, afirmó.
Los juveniles comenzaron a entrenar con el plantel de Liga desde el principio de la temporada, pero no fue hasta la segunda fase que comenzaron a ocupar un lugar en el banco; Juan lo hizo en el partido ante San Isidro y luego con Rosario Basket, “si bien no tuve la posibilidad de entrar a jugar, fueron partidos importantes, principalmente con Rosario porque siempre es re peleado y además mi primo juega ahí”.
Mateo estuvo en el banco con primera vez en el partido ante Ameghino, “yo pensé que no iba a entrar, estaba re feliz de estar en el banco ya y cuando Cachi dice ‘dale Franco y dale Mateo’ mire para todos lados a ver si había otro Mateo” dijo entre risas y agregó: “no entré con nervios, sino muy ansioso por jugar”, en ese partido hizo un doble.
A pesar de ser los mas chicos, se llevan muy bien con el plantel de Liga, “si nos equivocamos en algo nos corrigen siempre con respeto” aseguró Juan; además “nos tienen paciencia y siempre nos intentan ayudar porque tienen en cuenta que somos juveniles” agregó Mateo.
Muchos recuerdos que tienen del básquet son buenos, como el de Mateo “uno de los partidos que más me acuerdo es la final del Entrerriano de U15 el año pasado porque hice mi primer volcada”. Otras veces los partidos dejan enseñanzas, como lo que le pasó a Juan, “fuimos a un tercer partido contra el CAE en la final de U13, íbamos ganando por 15 puntos y lo perdimos en los últimos minutos, desde entonces juego con otra mentalidad e intento ganar hasta el último segundo”.
Los juveniles coinciden en que si tienen la oportunidad de seguir dedicándose al básquet una vez que terminen la secundaria lo van a hacer, pero no descartan la posibilidad de estudiar alguna carrera, “me gustaría estudiar medicina o algo relacionado, también dedicarme a la empresa de mi papá” comentó Juan; por parte de Mateo dijo que “me interesa la kinesiología o algo relacionado al deporte, sería lindo poder estudiar y jugar en Liga a la vez”.
Estos chicos de tan solo 15 años están viviendo el sueño de muchos, por eso alientan a sus compañeros del club, “todo tiene que tener un esfuerzo detrás, porque si no lo haces no vas a llegar a cumplir tus objetivos; pero si las cosas no se dan tampoco hay que desmotivarse, hay que perseguir lo que uno quiere” dijo Juan; “hay que entrenar porque si no por más que esperen que las cosas lleguen no van a caer del cielo, entonces entrenen y esperen a que llegue porque todo llega” finalizó Mateo.