El alero se incorporó al plantel el año pasado, tiene 32 años, es oriundo de Tucumán y fue elegido capitán por sus compañeros.
Los inicio del alero tucumano en el básquet se remontan a su infancia, en el club Juan Bautista Alberdi, donde su familia también practicaba el deporte. Su papá y su abuelo fueron un el puntapié que lo impulsó a empezar el deporte, ya que ellos también jugaban.
Tras su inicio en el deporte de la pelota naranja pasó por varios clubes argentinos «Central Córdoba de Tucumán, Club Tucumán BB, Club Unión Progresista de Villa Ángela de Chaco, Estudiantes de Concordia, La Unión de Colón, Asociación Mitre en Tucumán y ahora Echagüe».
Respecto a su estancia en Echagüe expresó “estoy contento de estar acá”.
Gran parte de su carrera la pasó en Tucumán, cerca de su familia y amigos “si el club en el que uno juega le queda cerca de la casa es más cómodo para pegarse una escapadita, pero estar cerca nunca fue una prioridad, se dio así”. “Concordia y Colón, que me quedan más lejos que Paraná todavía, pero no había problema en irme a un lugar más lejos”.
En los seis meses que lleva en Paraná logró conocer la capital entrerriana “es una ciudad linda, tranquila, me parece más tranquila que Tucumán, tiene la costanera, que allá no tenemos. También el club, la zona es tranquila y podes caminar sin problemas que por ahí en Tucumán es un poco más complicado”.
Aunque la distancia lo hace echar de menos a su gente “extraño mi familia, mis amigos más que nada, cuando tenes libre juntarte con ellos, pero se sobrelleva bien con los chicos del equipo, porque también nos juntamos”.
Acerca del equipo expresó “el grupo humano es muy bueno, y aunque la temporada no está siendo la mejor todavía no terminó, seguimos entrenando para ver si podemos ganar y acomodarnos para tratar de entrar en Playoffs. Las cosas no se dieron como esperábamos todos, pero son cosas que en el deporte pasan y el torneo te va acomodando en lugares que no te gustan pero hay que seguir y esperamos poder ganar el partido ante Ameghino para tener una victoria y levantar un poco”.
Grupos de WhatsApp: tengo tres grupos de mis amigos de Tucumán, aunque hay uno que es el que más uso se llama “el trencito de pinocho”, porque teníamos un amigo que le decíamos pinocho, que falleció entonces le pusimos así en honor a él, es el que más actividad tiene.
Emoji más usado: depende la situación.
Significado de los tatuajes: Tengo las iniciales de mi familia en chino, los nombres de toda mi familia en árabe, la fecha de mi nacimiento en números romanos y después los otros son dibujos no tienen ningún significado en especial.
Con quién jugaría un mano a mano: con el Chapu Nocioni, me gustaba mucho como jugaba.
¿Si tendrías el número, te animarías a llamarlo para decirle che soy pablo juguemos un mano a mano? No se si me da la cara, creo que no.
¿Por qué el número 8 en la camiseta? En realidad el número que usé siempre fue el 5 o 10, en Mitre usaba la 10. La 5 porque la usaba mi papá, por ahí si no estaba esa usaba la 10 y la 8 era mi tercera opción, es la que menos usaba.
Un compañero de su carrera: Matías Fioreti en Estudiantes de Concordia, la verdad que todos los equipos que me han tocado han sido buenos, pero con el Mono teníamos muy buena química.
Un compañero de Echagüe: «Con el que más jodo es con Pirincho -refiriéndose a Facundo Toia- , pero porque ya lo conocía de haber jugado antes, teníamos de entrada una confianza más grande que con los demás chicos, pero me llevo bien con todos».
Un consejo: “A los juveniles les diría que entrenen, yo pase por la edad de ellos e iba un rato antes al club y me ponía a entrenar. Siempre tratando de no dejar de lado el estudio, cuando estaba en Tucumán traté de seguir estudiando hasta que empecé a salir afuera que deje. Es importante que si tienen la posibilidad de estar en su provincia o su cuidad que aparte de entrenar sigan estudiando porque uno nunca sabe por ahí el deporte se termina rápido o te podes lesionar. Así que ese sería mi consejo, que entrenen y que si pueden seguir estudiando».
«Estudié Profesorado de Educación Física, no terminé porque cuando me fui tenía 20 años, estudie 2 años y medio, ahí deje y no agarre más».
«Fui capitán de la selección de Tucumán en los últimos dos argentinos y lo soy ahora, te da una gratificación a nivel personal, pero también te hace sentir viejo».
«Soy tranquilo fuera de la cancha, adentro se me sale la cadena. De chico era peor, ahora me tranquilicé un poco».